Tratando de conocer el lugar.

Habia estado recorriendo la planta baja al llegar, ahora se disponia a ver la planta alta... Notablemente habia mas luz y eso lo hacia un lugar un tanto mas calido, bueno para otros, no muy agradable para ella, sin mencionar que no se sentia del todo bien.

-Oh...- Se recargo en uno de los muros, intentando calmarse un poco ya que un molesto dolor en el pecho, la aquejaba desde su llegada. "Por favor... No ahora..." Se presiono un poco el pecho para aminorar el dolor.

Luego de haber dejado mis cosas respectivas en el lugar respectivo, se había dado libre albedrío (y además sin permiso alguno) el salir para recorrer el lugar.. Tal vez no era la mejor idea que había tenido, pero tenía ganas de salir a recorrer todo, quizá conocer a alguien, quien lo sabía.. Tenía en una de sus manos el estuche de su violín agarrado con esmero, mientras iba caminando, tenía planeado en un rato salir a tocar el mismo, pero por ahora, dentro de la escuela, tal vez no sería la mejor opción.. Knoll caminaba a su lado, o bueno, en parte iba flotando..

Luego de caminar un poco notó a una chica que se encontraba recargada en una pared, le parecía extraño, puesto que no era común, menos por la expresión que suscitaba su rostro.. Dejó recargado el estuche del violín en otra pared del lugar mientras Knoll cuidaba del mismo, acercándose a la chica para ayudarla, haciendo antes el aviso de que se acercaría. - Hey.. Chica, te encuentras bien?..- Si bien no la conocía, por alguna razón le preocupaba su estado..

Se sorprendio un poco ante aquella voz, habia caido sentada por la sorpresa, no esperaba ver a nadie ahi por el momento, trato de ocultar su dolor desviando su rostro hacia otro lugar.

-S-si... ¿Quien es usted?... - Dijo sin mirarle aun.

Me asusté un poco por el hecho de que se cayese, acercandome hasta ella al tiempo que me iba agachando para ayudarla. - Lyon Rosenkranz.. Un alumno - Había quedado arodillado de una pierna a su lado, mientras extendía mis brazos hacia adelante.

- ¿Qué le sucedió, Señorita? - La invitación de mis brazos era para que los tomase y se ayudase conmigo a levantarse, era libre de no aceptar la ayuda de un extraño cualquiera, pero al menos quería intentar ayudarla.

Miraba sus brazos, tomandolos con cierta timidez, no le agradaba ser una carga para los demas, ni mucho menos causar lastima.

-Si... e-estoy bien...- Al ponerse de pie, de su pequeño bolso cae un frasco, el cual se rompe dejando dispersas por el suelo muchas pildoras. -Rayos...- Se suelta de Lyon, tratando de juntar las pildoras, pero se hiere con los pequeños fragmentos de cristal del frasco.

Mis nervios si antes estaban latentes, ahora se encontraban en parte alterados.. No esperaba que eso le sucediese a la chica, mucho menos por el hecho de ayudarle, por lo que mientras me acercaba con todo cuidado de no pisar ninguna de las pastillas, la tomé cuidadosemente entre mis brazos y con el cuidado de no hacerlo parecer alguna otra cosa, o llevar otra intención..

- Tranquila.. Yo le ayudaré con esto - Caminé algunos pasos hacia atrás con ella y la recargué con el mismo cuidado que la había levantado en la misma pared del estuche del violín, examinando en parte los dedos de la chica. - Debería ser más cuidadosa.. No hay mucho que hacer, pero..debería intentar quitar la sangre con su boca, así no se infectará y estará bien por el momento - Sonreí un poco y volví hasta el lugar de las pastillas, comenzando a recogerlas con cuidado de los vidrios, sin poder aún así evitar dañarme los mismos con algunos de los trozos que estaban esparcidos por el lugar. Luego de terminar las puse en mi bolsillo y busqué algo entre el mismo, sacando algo parecido al frasco que tenía ella, pero con una sola pastilla, la cual quité del frasco y dejé en otro bolsillo, echando las pastillas en el mismo al tiempo que caminaba hasta la chica.

Lo miraba desde donde estaba, le costaba un poco respirar, pero trataba de ocultarlo.

-Lamento las molestias... joven... ¿Lyon?, si era asi... ¿verdad?.- pregunto con cierta curiosidad. -No era necesario que se molestara en juntarlas, podia hacerlo yo...- Sonrie un poco, sin dejar su expresion de dolor.

- Si, Lyon..- Me había detenido a oírla, puesto que se me hacía curioso el que ahora hablara más.. Aún así no duré mucho a aquella distancia, agachándome para quedar de nuevo con una rodilla en el piso mientras le daba una de las pastillas, dejandola sobre su mano.

- Tal vez no lo fuese, pero..quería hacerlo, ahora..creo que lo necesita, no se porqué..pero espero no le haga más daño - Recordando mis dedos, suspiré, esperaba no haber manchado ninguna de las pastillas, pero por ahora no imporataba demasiado más que la salud de la chica a la cual estaba atendiendo. Tanto así, que no había notado como Knoll me miraba como si fuese alguien que nunca hubiese visto, estando a dos metros de ellos.

Tomo la pildora casi al instante en que se la dio, no eran magicas ni mucho menos, pero poco a poco harian efecto.

-Ah... Lo siento mucho... fui muy descortes al no presentarme... Mi nombre es Aleksandra... Aleksandra Maríe... Nikoláyevna... Lé-Lévedeva...- Le costaba hablar, y se presionaba el pecho.

Su apellido había hecho un pequeño tic en su cabeza, por alguna razón sentía que algo debía recordar del mismo, pero en realidad no lo lograba descifrar.. Asentí con mi cabeza mientras comenzaba a presentarme también de mejor manera. - Lyon Rosenkranz D' Amicis.. No te esfuerces tanto, por favor.. Noto que no estás muy bien..- En verdad me preocupaba su estado, tanto que en realidad había perdido toda la noción de lo que podría estar alrededor intentando llamar mi atención, lo que incluía a mi espíritu que tenía en su mano una manzana que quien sabe de adonde habría sacado.

Sonrie un poco nuevamente, pero aquella sonrisa fue borrada casi al instante, por un fuerte dolor nuevamente, en el pecho. Habia comenzado a tocer tambien, estaba cansada.

-Disculpeme... No se preocupe, por favor...- Tocia un poco mas, y comenzaba a ponerme mas y mas palida.

Me acerqué casi al instante más a ella, poniendo una mano sobre su hombro con cuidado una vez más, estaba delicada, por lo que debía tener el mismo tacto para tratarla. - Dime.. ¿Tienes algo que te ayude con el dolor? - Una preocupación creciente se hacía denotar en mi rostro, no había lástima ni nada en ella, si no que verdadera preocupación por la chica que hacia muy poco había ayudado con su problema.

Noto su preocupacion, aquella mirada le habia recordado a la de su hermano Fyodor.

-Solo las pildoras... Tengo un problema cardiaco desde niña...- Bajo un poco la mirada. Aquella mirada tambien le habia recordado lo problematica que era su enfermedad para quienes le rodeaba.

Puse el frasco inmediatamente en su mano, estando ya abierto, mientras suspiraba por el error que había cometido. Un pequeño dolor de cabeza comenzaba a asaltarme, pero no le tomé dmeasiada atención por el momento, estaba más atento a la chica por ahora. - Creo que desde ahora estaré pendiente de ti..- Una ligera sonrisa apareció en mis labios, a pesar de seguir preocupado, estaba un poco más relajado al pensar que con eso la chica ya estaría mejorando poco a poco.

Se recarga mejor en el muro, su respiracion comenzaba a normalizar, mas aun el dolor seguia presente.

-Ya... ya me siento mejor, muchas gracias y disculpe las molestias, no es necesario que se preocupe, no quiero ser una carga...- Aun despues de la preocupación que habia mostrado el chico, ella seguia repitiendo las mismas palabras.

Sonreí de forma algo apagada, ese comportamiento me recordaba a algunas personas que había conocido, pero..sabía a la vez como "combatirlo", aunque le costase..- Para nada..no fue una molestia, y no es una carga para mi, Señorita Aleksandra.. Me dio gusto conocerle - No significaba que se iría, pero tampoco iba a ser descortez, para nada.

-...Y así fue como..- Mi espíritu seguía tratando de llamar nuestra atención, cosa en la que no le estaba yendo demasiado bien que digamos, puesto que ninguno había notado del todo su presencia, y yo solo había alcanzado a oír una pequeña parte de la chalra que parecía mantener acerca de la manzana que ya tenía una gran mordida.

Mira al espiritu del joven, habia notado su gusto por las manzanas, desde hace un rato, a ella le gusta ser observadora y esta vez no seria la excepción. Asi que, de su bolso saco una manzana con un hermoso color rojo.

-¿La quieres?- Sonrio mirando aun al espiritu de Lyon

Miré la manzan fijamente, como si me hubiese hipnotizado su rojo color.. Mi espíritu, Knoll, estaba igual, aunque no podía comprobarlo, debido a que estaba tan apegado a la manzana que no podía saber si era así o no.

- Gracias, Señorita..- Era capaz de ser cortéz cuando el momento lo ameritaba, es decir, tener una manzana gratis y en sus manos. Suspiré pero a la vez sonreí, era mejor que la tuviese él, ya tendría algún momento yo para probar algo.. Mis ojos comenzaron a cerrarse lentamente, cabezeando un poco, para luego moverla hacia los lados varias veces, el sueño me había comenzado a atacar.

Busco nuevamente en su bolso y saco otra manzána, ofreciendola a Lyon.

-Tome...- Sonrie nuevamente, ya un poco mas calmada.

Sonreí ante la cortecía de la chica y tomé la manzana entre una de mis manos, dandole un pequeño mordisco, para después de tragarlo pasar a hablarle. - Gracias.. No era necesario - El sueño se había esfumado por unos segundos, pero no cabía duda de que seguia presente, en las faccionesd e mi rostro se notaba ligeramente.

Suspira ligeramente, observando de nuevo a Lyon.

-Debe estar muy cansado...- Trata de ponerse de pie.

- A-algo así..- Tartamudee un poco al hablarle, por poco y podría haber bostezado mientras lo hacía, pero logré resistir aquel impulso. Guardé la manzana en uno de mis bolsillos, mientras que Knoll ya había dado una gran mordida a la manzana, dejándola casi hasta llegar a las pepas del a misma de un lado.

Me fijé en el hecho de que se quería levantar, por lo que me levanté y erguí, ofreciéndole mis manos para que le fuera más fácil.

Tomo sus manos para poder ponerse de pie, el dolor ya no era tan agudo, mas aun podia sentirlo, fuertes punzadas en su pecho.

-¿Por que tiene tanto sueño?...- Pregunto en un tono sereno.

Suspiró luego de ayudarla, poniendo una mano sobre su nuca mientras sonreía de forma nerviosa. - Insomnio.. La última pastilla que tenía para evitarlo la lancé..- Y era verdad, aquella pastilla fue la que había lanzado escaleras abajo sin importar que les sucediera o no, o que le podría hacer a su sistema aquello.

Al escuchar eso, busco en su bolso nuevamente, saco un frasco, la etiqueta era diferente.

-Espero le sirvan, el insomnio no es bueno, aunque en mi caso es diferente... ademas, sera bueno librarme de esas pildoras por un rato... Si no confia en mi y prefiere no aceptarlas, lo entenderia, ya que no me conoce...- Puso el frasco en sus manos, sonriendo.