Silence and moon

El silencio puede parecer algo precioso en algunas ocaciones, pero realmente a veces suele ser algo desesperante y más si se está en un cementerio rodeado de tumbas que no dicen absolutamente nada y con la luna y la oscuridad de la noche adornando el sitio. Todo parecía como en una película de terror: Una fina capa de niebla cubría el lugar y no se podía presentir casi ninguna presencia humana; un lugar perfecto para las sombras que acechan.

Pero... eso no era todo porque detrás de una de las tumbas el cuerpo de Meryl yacía tendido sobre el pasto. Que ironía encontrarse un cuerpo descansando en el suelo de un cementerio, pero lo más raro es que no estuviese muerto. Y precisamente la joven no estaba muerta porque se podía ver que respiraba; sólo estaba inconciente en el suelo con un gran golpe situado en su frente. Sus cabellos lucían alborotados, su cabeza se apoyaba cómodamente en una lápida (como si se tratara de una almohada) y su sombrero marrón estaba algunos metros lejos de ella.
Tampoco se encontraba por ahí cerca su espíritu.
Al parecer algo había ocurrido hace unos minutos atrás.