Ritual de purificación... ¿Fallido?

Sasha se encontraba sentada admirando la bella cascada, y aquella agua cristalina del lago... si bien las cascadas eran un sinonimo de purificación, no era mala idea intentarlo, eso podria terminar en un buen augurio y quizas asi podria despejar su mente un poco.

-No seria una mala idea...- Murmiro para si misma.

Guardo en su bolso los broches que siempre llevaba, se quito los zapatos y camino por las rocas hasta llegar a donde caia el agua, podia sentir como recorria su rostro, sus hombros y brazos, sin duda era una sensacion bastante revitalizante, aquellas rocas eran un poco peligrosas ya que al estar mojadas era bastante facil resbalar... ni mas ni menos, eso era precisamente lo que le ocurriria; al intentar sentarse, resbalo golpeandose en la cabeza contra la propia roca, aun siendo leve habia logrado dejarla inconsciente cayendo al fondo del lago.

No muy a lo lejos, se podía observar la silueta de una joven y escuchar sus pasos delicados pero intentando ser lo más silenciosos posibles. Traía consigo muy aferrado a su mano izquierda un estuche negro con detalles azules en él, su cabello se mecía por la brisa que corría y una fragancia a rosas muy familiar inundó pronto todo el lugar.

Al acercarse a la cascada pudo divisar unos zapatos pero no vio a nadie lo que podía parecer extraño para cualquiera, pero tan pronto como se acercó a ver más de cerca aquella cascada pudo divisar de que efectivamente no estaba sola, sino que había otra joven...y parecía tener problemas ya que aparentemente se estaba ahogando.

Ella no sabía nadar, evitaba todo contacto con lugares como piscinas, lagos, playas y mares ya que uno de sus miedos era ahogarse por falta de habilidad, algo que extrañamente siempre se rehusó a aprender pero la necesidad esta vez pudo con la imprudencia al acelerarse por dejar su violín de lado y sacarse parte de sus ropas, quedando con un vestido blanco simple para poder entrar al agua.

Una vez que el frío recorrió su cuerpo se vio tentada a salir...pero no la dejaría sola, asi que sujetó la mano de la joven con fuerza atrayendola a su cuerpo y como pudo, la sacó, también se las arregló para salir ella puesto que la profundidad era un poco considerable y una vez fuera del agua la abrigó con las ropas que se había quitado, intentando pasarle algo de calor para que reaccionara, a lo que rápidamente encendió una fogata para hacer más ameno todo.

- Sasha... por favor despierta! moi drug!.-

Dijo en un idioma que no sería para nada desconocido para ella.

El golpe la había dejado inconsiente al caer, y a penas comenzaba a sangrar... aun asi, el viento hacia que su cuerpo sintiera frio por lo humedo que estaba, gracias a ello comenzaba a despertar, sintiendo con sus manos la ropa que ella le habia puesto encima; tocia, pues a pesar del poco tiempo que duro en el lago, habia tragado algo de agua.

-Que... ¿Donde estoy? ¿Que paso?... Mi cabeza...- Se habia tocado la frente mirando la sangre en sus dedos, ante esto, sus ojos cambiaron levemente de color.

Al escucharla tocer y hablar se alegró tan solo un poco, pues era buena de señal... había reaccionado y eso era lo importante, pero aún debía hacer algo con esa herida, el golpe con la roca al caerse había sido fuerte, prueba de ello era de que un fino hilo de sangre corría desde su cabeza.

- No te preocupes, estás a salvo...- Dijo con un tono amable

Resumiendo la historia de su vida, ver sangre era algo que definitivamente le perturbaba en grande... le recordaba un horrible trauma y fobia que sentía hacia los denominados vampiros, criaturas mitológicas que se alimentaban de la fuente de vida de otras personas o mejor dicho, su principal fuente alimentaria era la sangre. Ella era consciente de que no era humana, pero en su familia siempre habían tenido la precaución de alejarla de ellos, ya que por naturaleza su especie y los vampiros eran enemigos naturales, quizás viniendo después de los Lycans o Licántropos, pero en general a como diera lugar, debía evitarlos si quería seguir con vida.

Regresando al presente, Ever pudo notar como ella reaccionaba ante la sangre y esto la hizo sentir algo incómoda, quizás el golpe había sido mas fuerte de lo pensado, por lo que se rasgó el vestido blanco e improvisó una venda cubriendo su cabeza, con eso detendría momentáneamente el sangrado hasta que llegaran a algún lugar donde pudieran atenderla de mejor manera.

- Lamento todo, es algo improvisado... pero al menos entrarás en calor pronto, así tu cuerpo recuperará algo de energía.- Un leve rubor cubrió sus mejillas.

Sin duda ella era alguien que no importaba quien fuera, la/o ayudaría de todas formas si era necesario, alguien tan inocente que no mide consecuencias que pueda traer un futuro no muy lejano, fácilmente podrían engañarla. Avivó un poco más la pequeña fogata pues hacía frío, al menos ella lo tenía ya que se encontraba mojada y escasamente vestida.

Sacudio su mano para sacar la sangre que habia en sus dedos, sin duda era algo tentador para ella, pero no queria incomodar a la joven que la habia ayudado.

-No te preocupes, estare bien... Agradezgo tu ayuda...-

Su voz habia cambiado tambien un poco, ligeramente mas grave, pero ciertamente dulce, su mirada tambien era diferente a la misma que mostraba siempre tan nostalgica y fragil, ahora era un poco fria.

-¿No te lastimaste?... Hace frío, tenla... yo estare bien...- Le entrego sus ropas, mientras se presionaba ligeramente la cabeza. -¿Que hacias por aqui a estas horas?. Ya hace algunos días que no te veia, desde nuestro encuentro en la biblioteca, eso creo...- Pregunto, retirando un poco del agua de su cabello con sus manos.

- Menuda reacción...- Ante ello infló un poco sus mejillas ligeramente molesta, un claro acto de infantilismo

Ahora tan solo le quedaba secar sus ropas junto a las de ella, puesto que ya estaban mojadas cuando intentó secarla a ella y hacerla entrar en calor, el hecho de que se hubiera lanzado al agua sin tomar en cuenta el hecho de que no sabía nadar era algo que le preocupaba, ella también pudo haberse ahogado pero no se arrepentía... lo haría de nuevo de ser necesario puesto que valoraba a la joven que la acompañaba.

- No, no te preocupes, no me lastimé aunque... creo que no lo sabes, yo nunca duermo así que esta noche en particular, decidí venir a ver algunas cosas aunque no las encontré.- Rió de manera sincera y honesta.

Su franqueza llegaba a ser algo abrumadora, puesto que no tenía mala intenciones pero otras personas podían usar esa cualidad suya para beneficio personal.

- Sí... por cierto, encontré tus zapatos, ¿que hacías en la cascada y sola?, es peligroso, pudiste haberte ahogado.-

La situación en sí resultaba cómica, la regañaba por ser imprudente... siendo que ella misma tenía que aplicar "correctivos" a sus actos también ya que actuar sin pensar no era algo bien visto... de hecho, la mayoría de las veces traía malos resultado.