Dod o hyd yn y nos [Buscando de Noche] - Libre

Las horas ciertamente trascurrían lentamente, intentaba pensar siempre de forma positiva y estar serena para que el miedo que la absorbía no fuera mayor de lo que ya era.
3:30 A.M como indicaba su pequeño reloj de bolsillo, hora en la cual todos o la mayoría de los estudiantes, estaban dormidos a excepción de ella que era la única en la biblioteca o eso creía. No comer, no beber, no hacer ruido... reglas básicas para cualquiera, en su casa, la biblioteca era su refugio, le gustaba sentarse en el sillón de su hermano y admirar la belleza de la luna, otras veces se dedicaba a leer las novelas que tanto amaba o simplemente continuaba con sus estudios de manera obsesiva por los efectos del sonido en el sistema nervioso.
El sueño la hacia cerrar los ojos unas pocas veces, pero se volvía a despertar por el solo temor de soñar. Era difícil tener total certeza de cuando iba a tener pesadillas nuevamente, por lo que había tomado la extrema medida de privarse el sueño. Sus ojos lucían mas cansado de lo normal, no obstante, no alteraba esa chispa de alegría en ella, sacó de su mochila un libro sobre astronomía y se dispuso a leerlo para evitar dormirse nuevamente.


- Lo has leido muchas veces, cámbialo. Aquí hay libros muchos mas interesantes de los que puedes aprender y también me serviría a mi - Dijo hablandole una mariposa a lo lejos que estaba posada sobre un estante.

- Shh... Silencio en la biblioteca, todos duermen. Además es interesante - Uno de sus temas preferidos era el estudio de las estrellas, las encontraba fascinantes.

Un silencio abrumador se hizo presente en la biblioteca, demasiada quietud... demasiado silencio. De día no hubiera sido problema alguno, pero de noche le resultaba perturbador. Le gustaba la luna, ya que su luz le brindaba algo de seguridad, pero odiaba la noche porque la agotaba y la hacía vulnerable.
Tomo de un pequeño frasco de cristal unas píldoras para evitar dormir y así continuar leyendo, pero lo que había repetido su espíritu acompañante con anterioridad, la había dejado curiosa de indagar en aquellos libros que desconocía completamente. La tentación se hallaba ante ella, así que decidió cerrar el libro que leía dejando marcada la hoja en cual iba para entregarse al cometido de una mente curiosa y deseosa por averiguar cosas que desconocía. Los libros debían estar ubicados en secciones para distinguirlos y separarlos, pero ella que era novata aún no tenía conocimiento alguno de ello por lo que tomó el libro más llamativo que encontró, pero en cuanto lo sujeto el libro se abrió de manera automática y las páginas comenzaron a dar vueltas solas.
Ever estaba tan asustada que se cayó de la impresión y su grito se escuchó por toda la habitación. El miedo era tanto que por instinto, comenzó a brillar ligeramente, su cuerpo desprendía una luz cálida, pero ella seguía en el suelo y asustada sin poder explicarse lo que había sucedido.

Una leve voz se escucho a lo lejos, se habia percatado del grito de aquella joven ya que se encontraba en la biblioteca tambien, leyendo algunos libros de medicina, asi que un tanto sorprendida, se acerco, manteniendo distancia por supuesto.

-¿Se encuentra bien?...- Pregunto un tanto preocupada.

Miró a la joven aún un tanto asustada, no se había percatado de su presencia ya que había bajado la guardia pero se sintió avergonzada al no poder contenerse y haber gritado de una forma tan aterradora.
La mariposa azul se hizo presente y se posó en una mesa cerca de Ever y la alumna que había aparecido.

- Sí, eso creo... de verdad lo lamento, creo que este libro no quiere ser leido - Lo cerró inmediatamente y lo dejo en el estante correspondiente.

Se levantó y sacudió de su ropa el polvo, avergonzada, se sonrojó ligeramente y desvió un poco la mirada pero sonrió de igual forma.

- Si estabas estudiando, lo siento, no pretendía causar escándalo alguno. Hola, gusto en conocerte, soy Ever Abernathy - Sonrió amablemente.

No se dio cuenta pero de su cuerpo seguía emanando esa cálida luz

Miraba fijamente a la joven, aquella luz llamaba su atención, mas sin embargo no pretendía incomodarla, así que había dejado de mirarla… En sus brazos llevaba unos cuantos libros, algo gruesos.

-Descuida, solo investigaba un poco…- Dejo sus libros sobre una mesa, y se acerco un poco mas, extendiendo su mano para ayudarle - Mi nombre es Aleksandra Lévedeva… Mucho gusto.- Asintió, sonriendo levemente.

Detrás de ella una figura similar, se hacia presente.

Si bien Ever se mostraba siempre cordial y amable hacia los demás, su espíritu no lo era. En cuanto la otra presencia se hizo presente detrás de aquella extraña joven, la mariposa que poseía un color celeste cielo, se oscureció a una totalmente azul oscura, casi negro. Esto le dio entender a Ever que Alice estaba intranquila, pero ella tan solo se limitó a sonreir como si nada.
Al poco tiempo, ya mas tranquila, su cuerpo dejó de emanar aquella extraña luz y se pudo concentrar un poco más en la joven. Su nombre le era curioso, en su país natal, era muy raro... además poseía un acento que no desconocía del todo.

- Lévedeva?, Eres de Rusia verdad? - Su entusiasmo se hizo notar enseguida y con ello una hermosa sonrisa, la tomó de las manos y volvió a repetir. - De verdad, es un verdadero placer -

Luego dirigió su mirada a los libros que llevaba, se veían algo antiguos y pesados.

- ¿Alek verdad?, esos libros, puedo preguntar que estudias o buscas?, quizás puedo ayudarte, si no te molesta esta noche puedo hacerte compañía? - Su tono de voz era suave, al poco tiempo, se dio cuenta de otra presencia que se escondía detrás de Aleksandra.

Se había sorprendido un poco mas ante la reacción de la joven al conocer su nombre, aunque también había notado la intranquilidad de aquella bella mariposa.

-Si, vengo desde Russia…- Sonrie ampliamente al recordar su país. -Y bueno… esos libros son de medicina, investigo acerca de derrames cerebrales…- Bajo un poco su mirada, pero la incorporo con la de ella casi de inmediato. –Y claro que no me molesta que me hagas compañía, por cierto… puedes llamarme Sasha, si lo deseas…-

Rusia, que hermoso país, le traía muy buenos recuerdos, había viajado con su hermano cuando ella apenas tenía tan solo 10 años. Ahora mismo, él debe estar estudiando en Moscú, tomaron caminos diferentes pero el propósito era el mismo, como lo extrañaba, sus abrazos, su protección, todo.
La mariposa volvió a tomar su color natural una vez que Ever pudo captar el mensaje, pero aún así continuaba estudiando a la nueva visitante con cuidado, intentando analizarla para posibles datos futuros.

- ¿Sasha?, igualmente me agrada, es lindo. Por cierto, ella es mi espíritu acompañante, Alice.- Dijo honestamente, ella era una persona simple, no tenía mucho que ocultar. Le presentó a su espíritu ya que no quería tener tensiones en el ambiente, a algunas personas le molestaba, pero ella prefería ahorrarse todo eso.

Si bien la medicina no era algo que había sido su fuerte, estaba dispuesta a ayudarla, le gustaba hacerlo, pero en ella se despertó cierto grado de curiosidad por conocer a aquella hermosa joven.

- Mmm... derrame cerebral, aquí los libros ¿estarán divididos en secciones?, ¿quieres averiguar casos o solamente saber su definición?.- Guardó su libro de astronomía para poder leerlo después y volvió a tomar una píldora para evitar dormir.

La miro fijamente, pensando en su pregunta, necesitaba ambas de ser posible.

-Veras... Hace unos años, mi hermano gemelo Fyodor murio a causa de un derrame cerebral, pero... hay algo aun que no me termina de convencer acerca de lo que paso aquel día...-

Si, la muerte de su hermano era algo que le costaba recordar, si bien la habia mantenido en shock durante un año entero, aun no la ppdia asimilar del todo, a pesar de que él aun esta a su lado, no es y jamas sera igual de nuevo.

Por más que analizó las palabras de aquella hermosa joven, no podía asimilarlas... ¿Ella había perdido un hermano?, un certero golpe para cualquiera. Ever jamás podría imaginarse la vida sin su hermano, por su suerte el suyo aún seguía con vida aunque lejos de donde ella se encontraba, muy lejos.

- Yo...- Dijo algo en shock.

Le hizo extrañar el suyo, no podía decirle que la comprendía porque ciertamente un dolor como ese nunca lo había sentido y no creo que quisiera experimentarlo, pero imaginarse de que su hermano podría correr con la misma suerte le hicieron dejar caer sus primeras lagrimas, sentía su dolor.

- Lo siento tanto!.- La abrazó fuertemente y comenzó a llorar, sus lagrimas honestas eran suficientes para delatar que quería ayudarla en todo lo que estuviera a su alcance.

Se sorprendio ante aquel abrazo, tambien se habia ruborizado un poco, no era comun que alguien le abrazara, al menos no desde hace tiempo...

-No te preocupes, aun asi... Fyodor esta siempre conmigo...- Sonrio un poco y la abrazo tambien levemente.

Aun si no era comun para ella, no iba a rechazar un abrazo, a pesar de llevar solo unos momentos de conocerla, se sentia bien con su compañia.

La miró algo desconcertada ante su respuesta, era como una niña pequeña que le habían quitado algo preciado y no se podía contener, sus sentimientos eran claros y muy visibles a la vista de cualquiera, cuando intentaba ocultarlo... era la peor mentirosa del mundo.

- Pero...¿Como?, acaso el no había...fallecido?.- Dicho esto volvieron a caer algunas lagrimas de sus ojos.

Intentaba calmarse pero extrañamente no podía, no entendía como alguien como ella podía estar pasando por esa situación tan difícil, se sintió en parte afortunada porque en su familia nunca había experimentado algo similar a una muerte, al menos no todavía.

- ¿El joven Fyodor está en Rusia?.- Preguntó pensando en su... "tumba"

Bajo la mirada unos momentos, pero la incorpro a la de ella casi al instante.

-Su cuerpo si se encuentra en mi amada Russia... Pero su espiritu, esta siempre conmigo, ya que él es... mi espiritu acompañante...- Miro, detras de ella unos momentos.

Detras de Ever, se encontraba una figura visiblemente mas alta que ellas, poco a poco tomo forma, era un chico de piel palida, ojos azules, aun mas profundos que los de Sasha... su cabello era del mismo color que el de ella, pero un poco mas corto, muy esbelto, y finas facciones aunque masculinas. Si, era nada mas ni nada menos que el joven Fyodor

Quedó algo perpleja ante su respuesta, no podía imaginarse que aceptara a su hermano como espíritu acompañante, seguramente ella haría lo mismo pero aún así no sabia si era para mejor o resultaría más doloroso de lo que ya era.

- Fyo...dor?.- Tardó en decir mientras volteó la cabeza

Pudo ver detrás de ella, a un apuesto caballero de ojos azules profundos, sus ojos casi la hipnotizaban puesto que eran muy llamativos y hermosos, sus cabellos eran largos y plateados, su piel... era blanca como nieve, parecida a la de su hermana y a ella misma. Realmente eran iguales, solo que el era hombre y su shaman era una mujer.

Quiso poder tocarlo... Ever poseía una curiosidad única en muchas cosas, siempre buscaba respuesta para algo y a veces tendía a ser imprudente en sus actos debido a ello, más sin embargo, no era una mala persona... solo muy curiosa. Su acto no se hizo esperar, de manera inconciente llevó su mano hasta el rostro de aquel espíritu, pero no lo tocó se detuvo ante aquella idea puesto que sabía que no podría tocarlo, era imposible.

- Lo siento...- Le dijo tanto a Sasha como a Fyodor.

Sus ojos se humedecieron nuevamente, pero esta vez no cayó lagrima alguna.

Fyodor, miro de manera indiferente a aquella joven, su mirada era siempre fría, distante...

-Siempre le digo a Sasha que deje las cosas como están, pero es algo terca, discúlpala por favor, no te sientas obligada a ayudarle en esto...- Sonrió de manera amable a Ever -Mi nombre es Fyodor Nikoláyevich Lévedev... Un placer...

Sasha suspiro algo molesta ante el comentario de Fyodor... ¿Dejar las cosas como están? Si había algo que le molestaba a Sasha era el hecho de que su hermano tomara a la ligera el dolor que ella sentía por su muerte, por eso dejar las cosas como están no era una opción, al menos no para ella, y de alguna manera sentía que Ever la apoyaría.

No podía evitarlo, entendía la posición de aquella joven, no la conocía del todo pero su caso en particular... intentaba ponerse en su situación y se daba una idea de lo que debe ser cargar con ese profundo dolor. Ever siempre había sido una joven que expresaba todo lo que sentía, si intentaba ocultarlo se todas formas se veía reflejado en su rostro inocente, la mirada de Fyodor le resultaba escalofriante... temía un poco de aquellas cosas demasiado serias, pero a la vez le molestaban y agradaban. Su meta, era bastante alegre en la vida.

- No!, es decir... es un placer pero...- Se sonrojó un poco y lo quedó mirando de manera extraña.

En ese momento, tomó la mano de Sasha sujetandola firmemente.

- Yo haría lo mismo que ella, si a mi hermano le sucediera lo mismo yo... moriría junto con el.- Nuevamente, empieza a llorar.- Por eso yo, encuentro que ella es muy valiente y fuerte y... si la situación de ustedes fuera al revés ¿acaso no harías lo mismo por ella?.- No entendía como podía decir esas palabras, se sintió vulnerable... una vez más, había recordado a su hermano Gaspar.