Rojo como el Lycoris.

Despues de haber dejado sus pertenencias en la escuela, se dirigio a la ciudad, especificamente al cementerio... Sus pasos eran tranquilos, nada presurosos, puesto que no sabia si la persona que buscaba se encontraria ahi, era solo una suposición, aun asi entre sus brazos llevaba un hermoso ramo de flores "lycoris" en color rojo... eran las favoritas de esa persona y tambien de Aleksei... habia recordado las palabras de sus tios, alguien mas de la familia se encontraba enterrado en este lugar; alguien que cuando Aleksei aun posesia "sentimientos" habia apreciado mucho. Despues de un rato encontro una bella capilla, estaba adornada por hermosas flores rojas, arriba de la lapida se encontraba una fotografia.

- Aqui estas, tia Anne... -. Murmuro apenas para si, leyendo el nombre que se encontraba en la lapida, "Angelina Durless".

Sin duda era extraño para él, a pesar de que encontro lo que estaba buscando; un mar de recuerdos venian a su mente al mirar aquella fotografia de quien siempre le habia dado un cariño incondicional y si bien la muerte era algo común en su vida, no dejaba de ser... raro. Zeriel habia hecho su aparicion, con aquella sonrisa habitual en sus labios, y la risa molesta y ruidosa para Aleksei.

- Sus deseos... Usted desea o hubiese deseado que fuera la señora Anne quien cuidara de usted... ¿No es así? A pesar de todo, usted es tan transparente y claro como un cristal, al menos para mi, joven Aleksei -. Dejo escuchar un poco mas su tetrica risa.

- Lo que yo deseo o no... no es asunto tuyo Zeriel, ademas... Los deseos son inservibles, al igual que los recuerdos... No poseen significado alguno -. Cerro los ojos ante sus palabras, mientras que con cuidado, dejo las bellas flores rojas al pie de la fotografia. - Siempre amaste el color rojo... ¿No es asi?... Siempre rojo, como el Lycoris -. Concluyo, cerrando sus ojos, para asi permanecer en silencio durante un rato.

El sonido de pasos ligeros resonaba entre la profundidad del cementerio, eran pasos tranquilos, pero a la vez seguros, que se iban adentrando cada vez más en la inmensidad del terreno. El caminante cuyo semblante era sereno en aquel instante no buscaba un punto fijo, mantenía su vista hacia adelante, tal cual supiera ya que sin importar cual camino tomase, iba a llegar a su objetivo. Cerca de él una especie de bola negra se denotaba, a pesar de la oscuridad y estado lúgubre del lugar.

- Cuatro años.. No me gusta pensar que eres parte de esto, pero al menos..tener aquel lugar me hace soportar mejor esto - Una amarga sonrisa se había vislumbrado ahora en su rostro, tenía una rosa roja entre sus diestra, la cual se movía con cuidado, tal cual lo hacían los pasos del chico. Pasados unos segundos logró oír una voz que llamó su atención..no se le hacía conocida, pero era..no podía explicarlo. - ¿Qué será?..- Sus orbes carmesí se posaron sobre el suelo, pasando tumba por tumba intentando encontrar la dirección, hasta que notó a un chico dejar una especie de flores, de las cuales nunca había tenido oportunidad de conocer.

Casi por acto de reflejo dio un paso hacia adelante, arrepintiéndose después al notar que podría incomodar con su presencia a tal persona.

¿Personas?... Bueno, era de esperarse que viniesen a visitar a sus muertos, pero ¿por que interrumpian su tranquilidad?.

- ¿Quien eres? -. Abrio los ojos, mirando de reojo...

Sus parpados fueron cediendo ante la presión de parpadear, mas intentaba mantener su mirada atenta y fuerte. Dando nuevamente un paso hacia adelante dio un ligero suspiro y comenzó a dialogar con aquel chico. - Lyon.. Lyon Rosenkranz, vengo a visitar a alguien..disculpa haber interrumpido, pero..- La bolita negra para aquel instante estaba sobre su cabeza, demostrando como es que unas pequeñas alas sobresalían de un lado de ella. - Creo que llamaste mi atención - A pesar de que su sonrisa amarga seguía formada por sus labios, esta vez se veía una ligera chispa, como si se hubiese sentido más animado por la vista de aquella persona.

¿Habia llamado su atención? Vaya, eso era lo que menos esperaba y obviamente se sintio algo incomodo en un inicio, no tenia intenciones de relacionarse con nadie que estuviese involucrado con la escuela, no le veia sentido alguno, siendo sincero; pero tampoco pretendia ser descortes nuevamente, por lo que decidio seguirle el "hilo" a la platica.

- ¿Llame tu atención?... Jeh, no esperaba eso... Y tu nombre, ¿eres aleman? -. Pregunto aun dandole la espalda.