Miel y Café camín

Después del ataque sufrido en la ciudad Celestia Ever fue llevada a la enfermería, allí le dieron primeros auxilios donde la atendieron y pudieron "coser" su herida abierta, posterior a eso la vendaron y le aplicaron un tanto de morfina para aminorar el dolor, sin embargo ella seguía igual...sus ojos había adoptado un extraño color café oscuro, su hermoso color miel ya no estaba y se sentía un tanto defrauda y decepcionada.

Se quedó en una cama boca abajo con la espalda descubierta pero vendada... en ella pequeñas manchas de sangre asomaban.

-- Tsk... maldita sea, volvió a ocurrir y ahora perdí mi pista... la dejé ir y no pude hacer nada para evitarlo.--

Ya era de noche y tenía un poco de miedo pues la soledad no era algo que disfrutara pero su orgullo le impedía incluso llamar a Alice, su "mejor amiga" pero pronto sintió los pasos de otra persona, no sabía quien era pero rápidamente se limpió las lagrimas que se formaban en sus ojos y suspiro. Estaba expuesta y desprotegida, si alguien la decidiera atacar, sería presa fácil.

- Asi que... aqui estas. -

Aparecio Aleksei recargado en el marco de la puerta, el ojo donde siempre llevaba su parche estaba ahora vendado.

- No moriste... aunque por la impertinencia de esa mujer, puedo haber ocurrido, aunque no lo hubiese presenciado yo... - Dijo en un tono sereno, mirando su herida.

-- Aleksei...!.--

Sus mejillas adoptaron un tierno rubor y se puso un tanto nerviosa, que la vieran de esa forma tan vulnerable, frágil y ...herida no era algo que disfrutara, por fortuna pudo quitar las lagrimas a tiempo y tan solo dio un largo suspiro. Sus heridas le dolían un poco, pero ya iba a mejorar... tenía sueño, estaba agotada.

-- ¿Te refieres a Wind?, es una amiga... aunque no se porqué me protege tanto, es muy amable y tierna...jeh... incluso puede llegar a agradarte.--

Pronto intentaría con dificultad sentarse en la cama para verlo mejor, fue un tanto molesto pero al menos evitaría que viera su herida, era vergonzoso... al menos para ella ya que de seguro dejaría una cicatriz. Al hacerlo inevitablemente notó que su parche ya no estaba y en su lugar traía una venda.

-- ¿Estás bien..?, pensé que había alcanzado a protegerte.--

- Viejas heridas, un recuerdo que si tiene significado, pero no vale la pena darle importancia, lo que se pierde jamas regresa... -. Coloco su mano sobre su ojo vendado, desviando un poco la mirada. El verla herida sin duda le recordaba aquella tragica escena, habia comenzado a marearse nuevamente, perdiendo un poco el equilibrio, por lo cual decide qedarse recargado en la puerta. - Tsk... ¿Te sientes mejor?-.

Lo quedó mirando a distancia aún le molestaba la herida, no sabía si era mas incómodo quedarse sentada o estar como la habían dejado las enfermeras pero al menos el color de su piel había regresado y con ello un poco de su humor... aunque tampoco estaba muy feliz por haber perdido una valiosa información y una pista sobre sus familiares.

-- Ya veo... en eso tienes razón, lo que se pierde jamás regresa pero... las heridas quedan y el dolor no se va, solo aprendes a vivir con él.--

Le dedicó una amable sonrisa, era mejor si la veía sonreír... le molestaba que la vieran llorar o triste, daba igual... de cualquier forma siendo ella un tanto curiosa y observadora no se dejó engañar fácilmente... anteriormente cuando se conocieron por primera vez notó cierto gesto hacia su ojo, ella había pensado que era polvo pero ahora sin duda pensaba que era algo más... algo le había afectado aunque no estaba segura de que era, se tuvo que morder la lengua para no preguntarle directamente, quizás podría incomodarlo y ella sabía perfectamente lo que se sentía eso.

-- Hum...si quieres, puedes sentarte a mi lado... será mejor que quedarte en la puerta parado todo el tiempo.--

Se volvió a sonrojar y su orgullo le hizo desviar la mirada hacia las flores que tenía al lado de su cama, unos hermosos lirios blancos.

- ¿Lirios blancos?... Prefiero los Lycoris rojos... - Se acerco hasta las flores tocandolas con delicadeza. - Y no, no necesito sentarme... ¿Sabes? es curioso, cuando te conoci, dijiste que te recordaba a alguien, y ahora mismo... tambien me recuerdas a alguien -. Cerro sus ojos.

Lo escuchó atentamente, odiaba en parte cuando las personas se tornaban de esa forma... tan cautelosas, tan misteriosas ya que despertaban su sentido de curiosidad e intriga, a veces no sabía si lo hacían a propósito o solo de inconscientes pero de igual manera a veces resultaba molesto. Esta vez no podía culparlo, la situación era diferente y ciertamente él parecía ser una persona bastante curiosa... aunque ya lo había notado antes pero no estaba de muy buen humor como para preguntar.

-- ¿Lycoris rojos?, son hermosos... los lirios blancos me agradan pero prefiero las rosas azules, son hermosas.--

Su negativa ante sentarse le pareció un tanto extraña por lo que ella se encogió de hombros y desvió la mirada, pronto recordó que ella tenía algo importante que entregarle pero no sabía si era buena idea... quizás después sería mas apropiado, deberle cosas o favores a alguien era extraño, no iba con ella.

-- ¿Recordarte a alguien?, hum... tampoco me gustan que me comparen con otras personas pero...jeh... eso quiere decir que tal ves no te desagrado del todo.--

Se sonrojó un tanto y dijo con un tono de orgullo, después una sonrisa de medio labio se dibujaría en su rostro.

-- ¿Podría saber a quien te recuerdo...?.--

Cerro sus ojos tratando de recordar aquel rostro sin manchas de sangre, gestos de sufrimiento y lagrimas.

- A una de mis hermanas... Yo tenia cuatro hermanas, me recuerdas a una de ellas, orgullosas, curiosas, bastante peculiares -. Abrio sus ojos mirando hacia el techo. - Su nombre era Irina -.

Quizás la comparación a una de sus hermanas no sería molesto, pues eso significaría que seguramente ella le agradara aunque tampoco pensaba preguntárselo... era demasiado orgullosa como para hacerlo.

-- Ya veo, Irina... que hermoso nombre, jeh...--

Era un tanto curioso el nombre pues extrañamente nunca lo había escuchado, incluso él tenía un nombre un tanto peculiar, sin embargo la comparación hubiera sido más agradable de no ser por lo "orgullosa, curiosa y peculiar", no se consideraba así...

-- Hum gracias.. pero yo no soy orgullosa ni curiosa ni ...peculiar.-- Diría desviando su mirada con orgullo hacia otro lado contradiciendo sus palabras.

Por unos momentos se mordería el labio pues la herida nuevamente comenzaría a arderle, jamás había estado en una situación parecida... por lo que no sabía como reaccionar ante sus palabras ni ante la ola de sensaciones un tanto... frustrantes.

-- Yo... solo tengo un hermano.--

- Yo ya no tengo a nadie. - Habia dejado ver una sonrisa de medio lado. - Pero en realidad, eso ya no interesa, ahora soy yo el heredero y unico sobreviviente... No tiene caso recordar.- Dijo mientras miraba los lirios; ¿De verdad no tenia caso?, era algo que años atras lo atormentaba constantemente, mas sin embargo habia determinado no darle mas importancia. - ¿Te sientes mejor?.- Le pregunto a la joven, aun sin dedicarle mirada alguna.

Lo quedó mirando un tanto perpleja, había escuchado bien?, ¿ya no tenía a nadie?. En ese momento ella tuvo que morderse la lengua y desviar la mirada hacia cualquier otro lugar con tal de evitar soltar esas palabras que definitivamente harían que él la odiara por completo. No podía imaginarse la situación de él... ¿sobreviviente?, dedujo que de ser así había pasado por un gran trauma y su familia... habría fallecido, ella no toleraba siquiera pensar en perder a su hermano pues de solo hacerlo sus ojos se humedecían, afortunadamente esta vez no fue así.

-- Yo... no se que decir... lo lamento.--

Ella por su parte tenía suerte de tener a su hermano y su madre con vida... aunque a ella casi nunca la veía pero siempre que lo hacía el encuentro era agradable y feliz, lo mismo con su hermano... sin duda su vida era muy diferente a la de aquel joven que se encontraba haciendole compañía, se sintió un tanto mal... pero no le tenía lástima, ella jamás sentiría eso por otra persona pues encontraba que era una ofensa.

-- Un poco, la verdad... tengo hambre y aún me arde la herida pero pudo haber sido peor así que supongo que estoy bien, jeh.--

Dijo mas animada a lo que le dedicaría una amable sonrisa, todo con tal de cambiar de tema y animarlo a él de paso.

Suspiro un poco y arranco un petalo de aquellos lirios, eran bastanye suaves. - Si deseas preguntar algo, puedes hacerlo... - Dijo mientras hacia pedazos aquel petalo.

Solo vio como arrancaba el pétalo de los lirios para hacerlo trizas, ese realmente era un gesto incómodo... molesto, mas que eso era un tanto triste, las flores no tenían culpa de nada.

-- Por favor no vuelvas a hacer eso...--

Se sonrojó un poco y tomó las flores que le había regalado la enfermera para alejarlas del joven. A ella le gustaban las flores y aunque no se trataran de sus preferidas se las había regalado una enfermera para animarla, agradecía ese detalle pues consideraba que las pequeñas variaciones en la conducta y las cosas mas simples hacían la diferencia.

-- Emm...¿de verdad?, pero prefiero no hacerlo... prefiero respetar tu silencio, aunque no niego el hecho de que siento curiosidad.--

Dijo siendo totalmente honesta, pronto volvería a dejar las flores en su lugar... a lo que sacaría un cepillo y comenzaría a cepillar su largo y hermoso cabello castaño claro.

-- ¿De verdad prefieres quedarte de pie?... sería mejor si te sentaras, hum... creo yo.--